Me conmueve la idea de dar valor a las cosas pequeñas.

La recolección de lo que arrojó el mar.

Pequeños tesoros miniaturizados.

Un encuentro fortuito con objetos.

 

Se selecciona y se enaltece.

 

Como lo es la cirripeda, percebes o popularmente conocido como Picorocos.

Un crustáceo senil (falta de órgano que sirva de pie o soporte) que nacen

Libres como larvas para luego encontrar el lugar adecuado para acoplarse

Y en donde vivirán en comunidad para siempre.

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El arraigo al estrecho, arraigo a la región. Como un conjunto de Picorocos

que no podrán separarse de la piedra.

 

A las sutilezas como; el vuelo de un ave o el devenir del oleaje.

 

Un juego de escalas que resignifica el valor de las cosas.

La belleza de los objetos y sus texturas.

La miniatura se hace grande.

Lo grande se sale de lo pequeño.

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Antonia Ríos Lamas

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